La película live-action de 1996 inmortalizó a Glenn Close en el papel de Cruella de Vil y contó con dálmatas reales en las grabaciones.
Mucho antes de que Emma Stone diera vida a Cruella en 2021, la galardonada actriz Glenn Close interpretó a la glamorosa villana en la película live-action 101 Dálmatas (1996), una de las interpretaciones más memorables del cine que puedes ver todas las veces que quieras en Disney+.
En la década de los 90, la película fue una de las primeras producciones de Disney que pasaron de la animación a la versión de "carne y hueso". En la actualidad, la película es recordada, entre otros aspectos, por contar con guión del aclamado director John Hughes.
No obstante, la actuación de Glenn Close es uno de los puntos más sobresalientes del largometraje. La actriz conserva la mayoría de los vestuarios diseñados para la villana y se comprometió a preservarlos como parte de la historia cinematográfica. A continuación, conoce más sobre la historia de 101 Dálmatas y datos curiosos que no te puedes perder.
La trama de 101 Dálmatas
Roger Dearly (Jeff Daniels) es un diseñador de videojuegos estadounidense que comparte su casa de Londres con su dálmata, Pongo. En uno de sus paseos, la mascota de Roger queda maravillado al cruzarse con una hermosa dálmata llamada Perdy.
Luego de una frenética persecución por las calles de Londres, el dúo finalmente se encuentra con Perdy y su dueña, Anita Campbell-Green (Joely Richardson). Pronto florece el romance y, en paralelo, Anita diseña un abrigo de piel moteado inspirado en los dos perros.
Su jefa, Cruella de Vil (Glenn Close), ve el diseño y se obsesiona con la idea de hacerlo con la piel de dálmatas reales. Cuando Cruella descubre que Perdy ha dado a luz a 15 cachorros, ofrece a la pareja una pequeña fortuna a cambio de los cachorros.
La pareja se horroriza ante la propuesta y se niegan a entregarlos, lo que provoca que Anita renuncie a su trabajo y que Cruella jure tomar venganza. La villana no duda en buscar la forma de cumplir con su macabro cometido: crear su anhelado abrigo dálmata.
La producción detrás de 101 Dálmatas
La idea de traer la película animada de 1961 al mundo real vino de Joe Roth. Por su parte, el aclamado John Hughes, creador y productor de Mi Pobre Angelito, escribió el guión, donde actualizó la trama y eliminó los diálogos entre los perros para lograr que la película sea más realista.
Para el papel de Cruella de Vil, Hughes le presentó la propuesta directamente a Glenn Close en Nueva York. En aquel momento, ella protagonizaba el musical “Sunset Boulevard” de Broadway. El diseñador de vestuario de la producción, Anthony Powell, la convenció de aceptar ese trabajo por el potencial que tenía la película.
No solo ella, sino que también Powell se esforzó en la producción del largometraje, con este último diseñando el vestuario junto a Rosemary Burrows.
Glenn Close conserva los trajes de Cruella de Vil
Glenn Close quedó encantada con su papel. En declaraciones a Variety, dijo que le costó mantener algunas de las líneas originales de los dibujos animados. "Me di cuenta de que cuanto más mala fuera, mejor. Me encantaba ese personaje", aseguró.
Tal es el aprecio que guarda por Cruella de Vil que hasta el día de hoy conserva todo el vestuario que utilizó durante las grabaciones de la película. "Tengo todos los trajes de Cruella y ahora están en una enorme colección en la Universidad de Indiana. Eso me emociona porque considero que esos trajes son tan importantes como la dirección", señaló.
La película contó con dálmatas reales
Otro dato interesante de la producción de la película fue que el director Stephen Herek decidió utilizar dálmatas reales en el rodaje.
Esto hizo que las organizaciones protectoras de animales de Londres y sus alrededores manifestaran su preocupación por el destino de los cachorros tras la producción. Al respecto, el productor Edward S. Feldman aclaró en sus memorias: “Me aseguré de que la adopción de cada perro utilizado en la película estuviera preestablecida”.
“Construimos un hotel dálmata en Shepperton y los perros fueron tratados como miembros de la realeza. Se asignaron trece adiestradores a los cachorros. Necesitábamos 300 porque no podíamos grabarlos hasta que tuvieran cinco o seis semanas", agregó.